viernes, 29 de noviembre de 2013
Voz indefinida.
Si hoy me hubieran formulado la pregunta de a-qué-se-dedica, hubiera respondido que era un cantante. No sólo no me pagan por cantar, sino que algunas veces mis amigos pagarían para que yo no cantara Sin embargo, a mí me encanta cantar. En la ducha, cuando voy en auto al trabajo, cuando voy a almorzar, y a dúo con cualquier canción que reconozca en la radio. Canto. Eso es lo que hago. Dios no me dio el equipo necesario para satisfacer mis deseos. Mi voz es lo que ustedes llamarían con amabilidad una “voz indefinida”. Escucho la música en mi cabeza, pero no puedo reproducir lo que escuché, aunque a mí me parezca que lo hago bien. Durante toda mi vida he tratado de ser solista pero siempre me dijeron que mi lugar era el coro. Y después me eliminaban del coro porque había demasiados de lo que yo soy (sea lo que fuere). A nosotros, los cantantes, no nos intimidan las cuestiones técnicas. Cantantes son los que cantan y punto.
Donde lo aprendí
"Todo lo que hay que saber sobre cómo vivir y qué hacer y cómo debo ser lo aprendí en el jardín de infantes. La sabiduría no estaba en la cima de la montaña de la universidad, sino allí, en el arenero.
Éstas son las cosas que aprendí:
+Compártelo todo.
+Juega limpio.
+No le pegues a la gente.
+Vuelve a poner las cosas donde las encontraste.
+Limpia siempre lo que ensucies.
+No te lleves lo que no es tuyo.
+Pide perdón cuando lastimes a alguien.
+Lávate las manos antes de comer.
+Las galletitas calientes y la leche fría son buenísimas.
+Vive una vida equilibrada, aprende algo, piensa en algo, dibuja, pinta, canta, baila, juega y trabaja cada día un poco.
+Duerme la siesta todas las tardes.
+Cuando salgas al mundo, ten cuidado con el tráfico, tómate de las manos y no te alejes.
+Permanece atento a lo maravilloso. Recuerda la pequeña semilla en el vaso: las raíces bajan, la planta sube y nadie sabe realmente cómo ni por qué, pero todos somos así.
+Los peces de colores, los hámsters y los ratones blancos e incluso la pequeña semilla del vaso, todos mueren. Y nosotros también. Y entonces recuerda una de las primeras palabras que aprendiste, la más grande de todas: ‘Mira!’
Así que todo que necesitas saber está allí en alguna parte. El amor y la higiene básica. La ecología y la política, la igualdad y la vida sana.
Toma cualquiera de estos ítems, tradúcelo en términos adultos sofisticados y aplícalo a tu vida familiar o a tu trabajo, a tu gobierno o a tu mundo, y se mantenderá verdadero, claro y firme. Piensa cuánto mejor sería el mundo si todos -todo el mundo- tomásemos galletitas con leche cada tarde a las tres y después nos acurrucáramos en nuestras mantas par dormir la siesta. O si todos los gobiernos tuviesen como política básica volver siempre a poner las cosas donde las encontraron y limpiar lo que ensuciaron.
Y aún es verdad, no importa cuán viejos seamos, que al salir al mundo es mejor tomarnos de las manos y no alejarnos."
- Robert Fulghum
Éstas son las cosas que aprendí:
+Compártelo todo.
+Juega limpio.
+No le pegues a la gente.
+Vuelve a poner las cosas donde las encontraste.
+Limpia siempre lo que ensucies.
+No te lleves lo que no es tuyo.
+Pide perdón cuando lastimes a alguien.
+Lávate las manos antes de comer.
+Las galletitas calientes y la leche fría son buenísimas.
+Vive una vida equilibrada, aprende algo, piensa en algo, dibuja, pinta, canta, baila, juega y trabaja cada día un poco.
+Duerme la siesta todas las tardes.
+Cuando salgas al mundo, ten cuidado con el tráfico, tómate de las manos y no te alejes.
+Permanece atento a lo maravilloso. Recuerda la pequeña semilla en el vaso: las raíces bajan, la planta sube y nadie sabe realmente cómo ni por qué, pero todos somos así.
+Los peces de colores, los hámsters y los ratones blancos e incluso la pequeña semilla del vaso, todos mueren. Y nosotros también. Y entonces recuerda una de las primeras palabras que aprendiste, la más grande de todas: ‘Mira!’
Así que todo que necesitas saber está allí en alguna parte. El amor y la higiene básica. La ecología y la política, la igualdad y la vida sana.
Toma cualquiera de estos ítems, tradúcelo en términos adultos sofisticados y aplícalo a tu vida familiar o a tu trabajo, a tu gobierno o a tu mundo, y se mantenderá verdadero, claro y firme. Piensa cuánto mejor sería el mundo si todos -todo el mundo- tomásemos galletitas con leche cada tarde a las tres y después nos acurrucáramos en nuestras mantas par dormir la siesta. O si todos los gobiernos tuviesen como política básica volver siempre a poner las cosas donde las encontraron y limpiar lo que ensuciaron.
Y aún es verdad, no importa cuán viejos seamos, que al salir al mundo es mejor tomarnos de las manos y no alejarnos."
- Robert Fulghum
miércoles, 27 de noviembre de 2013
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)







